Vista hace fe en Baracoa. La Ciudad Primada de Cuba
se abrió al 2014 con una hermosura enaltecida. No ha dejado de
engalanarse la enigmática urbe después de celebrar su medio milenio; su
gente de la mano de las autoridades locales siempre encuentra motivos
para afeite, para estar a la altura de su belleza natural y
paisajística.
Los
baracoenses son testigos del progresivo rejuvenecer de su majestuosa
Villa, al influjo de un presupuesto especial otorgado por el Estado
cubano. Desde el 2011, durante su aniversario 500, se desató una
avalancha transformadora con acciones de remodelación y construcción de
instalaciones que cambiaron el entorno.
Sus
encantos siguen expandiéndose, atrapando la mirada y los elogios de
nativos y foráneos. Se trata de un singular y atractivo bulevar en el
mismo centro urbano, que se conjuga armónicamente con el estilo colonial
que distingue su arquitectura. Ese espacio de la calle Maceo se
transformó en un paseo peatonal con servicios comerciales, gastronómicos
y de alojamiento con diversas propuestas culturales, tanto estatales
como no estatales.
Resalta,
además, la estatua erigida en memoria del hombre más popular nacido de
las leyendas de la Villa: el Pelú, al que se atribuye una maldición
memorable contra esta tierra, que el historiador de la ciudad Alejandro Hartman insiste en no descontextualizar de la época y el momento concreto vivido por la primera de nuestras villas y ciudades.
“Del
bulevar se concluyó el primer y segundo tramo, mientras trabajamos en
el tercero, situado justo frente a la sede del antiguo Ayuntamiento
(Gobierno local). Allí se remodela la calle, mejora la ambientación, la
jardinería y la iluminación de todo ese espacio”, explica Joel Cobas
López, vicepresidente del Gobierno en el municipio.
“Se
proyecta, además, la restauración del parque central de la localidad,
situado en ese mismo entorno, donde se sustituirán los cestos, el
alumbrado, el diseño de los bancos y además se ampliará un poco más el
bulevar”, aseguró el ejecutivo.
Junto a la nueva imagen del parque Mariana Grajales, reinaugurado el pasado 27 de diciembre, la vista se recrea también con el renacer delhotel Plaza, uno
de los inmuebles emblemáticos de Baracoa, al que se le rehabilitaron
sus 10 habitaciones y una parte del piso, cambió la pintura,
impermeabilizó la cubierta y se adicionaron nuevos servicios como el de
un restaurante, un bar-mirador y un área para la preparación de
alimentos.
“Todo
se ha sustentado en un programa que, aunque desde el punto de vista
constructivo abarca la esfera cultural, patrimonial, histórica, medio
ambiental y de los servicios, su matiz es fundamentalmente
conservacionista del patrimonio que atesora la Primada de Cuba,” valora
Cobas López.
Atención especial mereció la comunidad de El Jamal, ubicada a unos 14 kilómetros en la carretera haciaMaisí.
Allí, durante el 2013, el programa de reanimación permitió cambiar la
infraestructura de centros de Comercio, Educación, Salud, Deporte,
Cultura y abrió un diapasón conceptual de desarrollo, extendido a otras
esferas como viviendas y viales.
Emplazado
en un punto neurálgico de embarque de pasajeros hacia otras
comunidades, resalta el complejo gastronómico El Jamal, donde sus 15
trabajadores ofrecen un servicio de restaurante, mientras la cafetería
labora las 24 horas, ambos con ofertas que agradece la población.
Los
lugareños también evidenciaron la reparación de la Casa de Cultura, el
policlínico, el Correos, el complejo deportivo, la Casa de abuelos y dos
puentes de la localidad.
“Los
cambios en la ciudad siempre son gratificantes y dan la medida de que
hay una visión para mejorar y desarrollarnos,” comenta el cuetapropista
Reinier Navarro.
En
tal sentido, María Elena Fernández, ama de casa, confiesa que “a pesar
de que hay que continuar trabajando, se demuestra lo que ha significado
para la gente de aquí estas obras, en beneficio propio, espiritual, en
el sentido de pertenencia y la convicción de que sí podemos mostrar al
visitante una ciudad igual de hospitalaria, pero evidentemente más
acogedora “.
Los
baracoenses reconocen los cambios, pero siempre suben la parada a
cualquier aspiración y les parece poco, porque su grandeza de espíritu,
los torna exigentes consigo mismos y quisquillosos cuando se trata de
hacer por esta enigmática Villa.
La
riqueza histórica de esta tierra, sus valores geográficos, culturales y
arquitectónicos ameritan cuanto esfuerzo sea posible para que la
Primada en el tiempo continúe siendo tanto un paraíso natural como
urbanístico.
Escrito por Yoíma Flores y Lisván Lescaille webbaracoa@cmdx.icrt.cu Fotos: Lisván Lescaille Durand el . Publicado en Historias baracoesas
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