
Gracias al trabajo de un ejército de activistas capacitados y la adquisición y empleo de cuantiosos recursos para la lucha antivectorial el territorio no reporta focos del peligroso insecto.
No
obstante, alerta el especialista, aunque el municipio está fuera de
peligro se deben incrementar las medidas preventivas higiénicas porque
el calor, la humedad y las lluvias de esta etapa son caldo de cultivo
ideal para la proliferación de otros vectores como moscas, cucarachas y
roedores.
Noa
Rodríguez destaca entre estas acciones el saneamiento básico ambiental
en viviendas y centros de trabajo, el vertimiento de residuales solo en
áreas autorizadas y la correcta conservación y transportación de los
alimentos.
Escrito por Leandris Noa Fáez leandris@cmdx.icrt.cu.
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