Hace
sesenta años una casa en la calle Martí acogió la primera familia de la
radio baracoense, un pequeño colectivo que en aquel entonces se
desdoblaba en múltiples oficios como cuenta el locutor y operador de
sonido Oscar Alonso, una de las memorias vivientes de esta emisora
local.
Con
la participación de trabajadores y jubilados de la Voz del Toa,
invitados al encuentro territorial que por se desarrolló aquí
y dirigentes políticos del municipio, se develó una tarja con la
inscripción: “En esta casa se fundó, el 24 de febrero de 1953, CMDX
Radio Baracoa”.
Como
un golpe súbito esta acción trajo el recuerdo de aquella etapa. Alonso
rememoró las horas de trasmisión, su desempeño incluso de mozo de
limpieza, las cooperativas que hacían los trabajadores para pagar la
cuota exigida por el dueño de la emisora.
Se
conoció de las largas horas de trabajo y de las reuniones realizadas en
horas de la noche, movidos solamente por el amor incondicional a la
radio.
Del
impacto de las primeras palabras en el éter nos relató Rafael Mosqueda,
uno de los primeros oyentes, quien dijo que esta era una de las cosas
que le faltaba a la villa y constituyó un aliento a los baracoenses.
El fiel seguidor de la radio valoró que Ranchón mexicano e Información agraria fueron los primeros espacios que se impregnaron en la población de la misma forma que impactan hoy De buena fuente, Sendero de luz y Frecuencia familiar en la parrilla de programación.
Entre
remembranzas, anécdotas y curiosidades el primer secretario del Partido
Comunista de Cuba en Baracoa, Tomás Espinel, sugirió la idea de
salvaguardar la historia radial a través de imágenes vivientes como la
del locutor y periodista Oscar Romero Laffita, quien contó pasajes de la
participación de la emisora en las acciones por el triunfo de la
Revolución Cubana.
La
casa señalizada a partir de este 24 de febrero por las siglas de CMDX,
mantiene su diseño original para testificar lo narrado por algunos de
los hombres que hicieron radio en Baracoa.
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