
Silenciosos, barridos tras barridos descubren huellas de historias al tropezar con una carta estrujada o con vidrios de lo que fue una botella de quienes trasnochan y parecen empeñarse en no cuidar los parques o cualquier entorno urbanístico.
Su auténtica sencillez se pone de manifiesto en el cuidado de áreas verdes, en la atención a jardines y florerías, en los servicios necrológicos y en otras prestaciones, aunque algunas personas tengan prejuicios hacia estas labores.
na loma de escombros en lugares inadecuados, desechos sólidos fuera de los cestos, tanques mal tapados, incumplimientos con el horario de sacar la basura de la casa son, entre otras, algunas de las indisciplinas que padecen estos laboriosos, los cuales sienten aprecio, orgullo y agradecimiento por su quehacer y por el derecho a ganarse la vida con honradez.
Como dice la letra de la canción del trovador Silvio Rodríguez, estos hombres son reparadores de sueños, les corresponde componer lo que otros rompen.
Embelleciendo la ciudad, ven el amanecer de este 15 de febrero para homenajear el natalicio de Faustino Pérez, principal precursor del trabajo de los Servicios Comunales en Cuba.
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