lunes, 13 de enero de 2014

La vuelta del Pelú a Baracoa. http://bit.ly/1aXbVl3

Regresó El Pélú a Baracoa. En realidad nunca se ha ido, pero solo ahora está a la vista pública en el centro de la ciudad y nadie podrá ignorarlo.


 La estatua erigida en memoria del hombre más popular entre leyendas de la región fundacional de la historia en Cuba más que perpetuar la imagen del español Vicente Rodríguez, condiciona la memoria colectiva.


Hasta hoy, la figura del personaje al que se atribuye una maldición memorable contra la tierra donde estaba a finales del siglo XIX se conoce por la reproducción de una foto; ahora la descubre quien transite por la parte concluida del paseo peatonal de la Ciudad Primada de Cuba.


Según la tradición oral, El Pelú predijo que Sabana sería quemada o estaría condenada a vivir sin agua, y que en Baracoa campearía el hambre.


La interpretación de esas predicciones y de otras no recogidas en textos genera referencias tan continuas como encontradas, sin que importe más lo festinado o dramático con que se hagan, que el simple hecho de hacerlas.


Con la historia y la imprecación de aquel forastero de La Coruña que vino a Cuba en busca de fortuna, el baracoeso abraza la tradición, evalúa su calidad de vida y celebra, sin saberlo, lo fácil a veces del sentido de comprobación.


Mientras el Pelú trasciende en la oralidad como si blandiera una espada contra fines sociales de consideración en la Primera Villa, la estatua que devuelve a la ciudad al también llamado Misterioso lo muestra sereno, impasible, armonioso.

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