El
Primero de Abril es la fecha histórica más importante para los baracoenses.
La
llegada de Antonio y José Maceo, Flor Crombet y una veintena de patriotas por
Playa de Duaba no solo dio el impulso a la contienda que había iniciado el 24
de febrero anterior, sino que llevó al pueblo cubano la confianza de que ahora
no habría más pactos vergonzosos con España.
La
figura del Titán de Bronce, que nunca claudicó, sobresalió en Baraguá tan alto
que rescató el honor mancillado de los patriotas, a los que factores como la
desunión, el regionalismo y el racismo, entre otros, llevaron a la derrota
inmoral del Zanjón.
Ya
lo había señalado Martí Baraguá es el documento más hermoso de la historia de
Cuba; y su principal adalid era el hombre indicado para levantar a los
indecisos y llevar el ánimo a los que ya estaban con las armas en la mano.
Cuando
unimos la gesta del desembarco a la derrota española en el Alto del Pino, antes
conocido como del Naranjo, con la huida precipitada del Teniente Fernández con
su convoy de muertos y heridos, y casi
al unísono, del alzamiento de Félix Ruenes con 30 patriotas en el barrio de la Playa, entonces la acción
fue más rotunda.
Para
nosotros, los hijos de esta tierra, este aniversario es más especial, pues como
en ninguna ocasión, se ha cumplido un amplio programa de reanimación que
incluyó calles, centros laborales, Escuelas y viviendas, que ha elevado el
espíritu de todos.
Por
eso esta madrugada, cuando resuene el clarín mambí, los baracoenses todos, como
en un haz, diremos presente en la calle que lleva el nombre de esta fecha
gloriosa, para rendir el merecido tributo a Maceo, Flor, Ruenes, a Mariana
Grajales y su tribu heroica y a todos los que con su vida allanaron el camino
de la victoria y la
Independencia de la Patria.
Escrito por: Rubén Fiffe Ortiz
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