sábado, 29 de marzo de 2014
Arte y del bueno
La pureza de su lira no sólo desenmascaró los acordes traídos desde los lejanos siglos 17 y18, sino que acompasó cada mirada de los baracoenses que acudieron a su encuentro.
La música, y muy
buena música, fue esta vez la encargada de tejer el imaginario puente que
sobrevolaron, en el Concierto de este viernes, los integrantes de la agrupación
cubana Ars Longa, que por estos días celebra sus veinte años de creada.
En su mayoría
jóvenes, los artistas, seis mujeres e
igual número de hombres, acudieron por primera vez a la Primogénita de Cuba,
para interpretar desconocidos y antiguos villancicos cargados de gran ritmo y
emotividad.
El escenario no pudo
ser mejor, nuestra Basílica Menor y primera Iglesia Católica construida en Cuba,
fue fiel testigo de la calidad vocal y musical que primó en cada una de las 15
piezas que conformaron la mágica cita.
Pasillos de baile e
intercaladas declamaciones fueron al
mismo tiempo cómplices que marcaron el momento que tanto esperamos.
La presencia de
elementos negros y el gusto refinado de sus versos, saltó a la vista de todos.
La profesionalidad de los visitantes encontró abrigo en los aplausos de un
pueblo humilde y sencillo pero capaz de apreciar, en lo más hondo,
el valor que tiene para la humanidad el arte de este conjunto dedicado a la
interpretación, estudio e investigación de diferentes épocas y estilos desde la
Edad Media hasta el Barroco.
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