Tras la trincha y el cincel

Los cinceles empuñados en sus manos florecieron cual pasto silvestre en medio de la primavera y es que la creatividad de Ángel Iñigo Blanco, lo hizo despuntar entre el talento de lo inverosímil.

Nadie creyó que este humilde hombre que naciera el 25 de diciembre de 1935 en Jurisdicción, término de Santiago de Cuba, fuera a destacarse entre lo más selecto de la cultura guantanamera.

A temprana edad se trasladó junto a la familia, al lomerío guantanamero de Yateras, donde a los 42 años comenzó a cincelar la piedra en el Alto de Boquerón, hoy perteneciente al municipio de Manuel Tames.

Tras culminar sus labores agrícolas se ponía, sólo con la ayuda de un hacha, un cincel y una trincha, a esculpir unas piedras calizas y darles a estas, formas de animales de la pradera africana que antes veía en unas viejas postales.
 
Ángel Iñigo Blanco, creador del mundialmente conocido Zoológico de Piedra, erigido en las serranías de la provincia de Guantánamo, murió un día como hoy pero de 2 mil 14, fecha que se convirtió en destino del genio que moldeó en incontables jornadas , la más rara perla silvestre que encontrara a su paso por la maleza.

De sus manos emergió un león, la primera de sus 300 esculturas, que incluyen desde piezas de pocos kilogramos, hasta moles de incalculable tonelaje, dueñas de escenas que reflejan la vitalidad y madurez artística del autor, el cual legó al hijo sus habilidades para continuar la obra.

En una oportunidad Íñigo contó que las esculturas las comenzó con imágenes de animales vistas en libros, y reconoció la labor de su descendiente Ángel Íñigo Pérez, quien ya aporta más de 100 obras al paraje serrano.

Los que como yo, hemos disfrutado la obra que legara Íñigo, conocen de su  último trabajo ,el que el inolvidable artista titulara Maña y fuerza y está esculpido en la cúspide de la montaña, en la cual un hombre se enfrenta a un toro para derribarlo.

Escena similar y cotidiana para quien, en cada amanecer enfrentaba una cruenta batalla por darle forma a la vida y despojar de su alma, a base de cincel y amor, la más dura realidad .

Otra batalla para ganar hoy

Desde la desintegración de la Comunidad Primitiva y el inicio de la lucha de clases una de las batallas más reñidas ha sido el derecho al voto,  al sufragio universal.

Primeramente se consideró como una verdadera República a la romana, por que los ciudadanos de esa ciudad, que supieran leer y escribir, podían pararse en el Demos, que de ahí procede el nombre, y hablar de cómo querían ser gobernados y otras peticiones públicas.

Nada más falso que aquella democracia, donde no tenían ese derecho miles de esclavos o ciudadanos de las llamadas provincias, o sea, tierras conquistadas por las legiones y luego unidas al Imperio pero no reconocidos sus ciudadanos como iguales.

De esta forma y marcada por el propio inicio, la llamada democracia empezó mal y así ha seguido por los Siglos y los distintos regímenes político sociales por lo que ha ido atravesando la Humanidad.

En el Capitalismo pueden votar casi todos, en dependencia de quien apoye al más fuerte, pero…  quiénes tienen la posibilidad de sostener una campaña si se la enfrenta solo y sin poderosos ayudantes que cuenten con abultadas cuentas bancarias para pagar propaganda,  radio y T,V, recepciones y acuerdos políticos.

Así de una u otras caras la moneda siempre el cargo será para el más aventajado, o lo que es lo mismo, el más poderoso.

En el caso cubano la situación es diferente, pues son los vecinos, sin la intervención de un Partido u Organización, quienes eligen y nominan al que consideran ideal para representarlos y no se admite propaganda individual que pueda favorecer a unos sobre otros.

Conscientes de esa responsabilidad y como digno homenaje a los m á rtires que en las arenas de Girón dieron sus vidas por el Socialismo, demos el paso al frente desde las 7 de la mañana en la Mesa Electoral que nos corresponde.

La presencia en la Patria por primera vez en muchos años de nuestros Cinco Héroes es motivación adicional para este Sí por Cuba, la Revolución y nuestro socialismo.

Escrito por: Rubén Fiffe Ortíz…

Una nueva batalla que librar

Este 19 de abril de abril, trasciende como uno de los momentos más importantes del actual proceso eleccionario.

Una vez más del Cabo de San Antonio a la Punta de Maisí, los cubanos acudimos a los colegios electorales a ejercer más que un deber, el derecho ciudadano de votar por quién mejor nos represente los  próximos 2 años y medio ante el máximo órgano del Poder Popular en cada territorio.

Este ejercicio voluntario es muestra de la democracia participativa del pueblo cubano, que refrenda con su participación en las urnas el mayoritario apoyo a los derroteros de la Revolución.

En Cuba no es necesario inscribirse para poder ejercer el sufragio, basta  tener la mayoría de edad que se alcanza a los 16 años cumplidos y capacidad plena para elegir y ser elegido como establece la Constitución y la Ley Electoral.

Nuestro proceso es transparente. A los candidatos y candidatas los nomina y los elige el pueblo, con plena facultad de revocarlos. El mayor privilegio al ejercer el sufragio aquí, es el de llegar a las  urnas que para suerte nuestra son custodiadas por pioneros.

   Como lo es también el momento de acceder al registro de electores que es permanente y público, al escrutinio representativo y al voto directo, secreto y libre.

Para llegar a este momento transitamos por diversas y necesarias etapas del proceso electoral, en las que el común de la gente, obreros, trabajadores, estudiantes, protagonizamos y defendimos la democracia de nuestro sistema como un derecho.

   Nuestro voto este 19 de abril es también una apuesta por el futuro. Votamos para seguir andando, para seguir creando, para seguir creciendo.

      !Votamos por Cuba!


Escrito por : Mara Delabat Domínguez

23 jóvenes destacados de Baracoa, protagoniozaron la epopeya del 1ro de Abril de 1895.

Acto de inicio de la peregrinación frente al Busto de Félix Ruenes, en la calle Primero de Abril..

La fecha histórica más importante para los baracoenses

El Primero de Abril es la fecha histórica más importante para los baracoenses.

La llegada de Antonio y José Maceo, Flor Crombet y una veintena de patriotas por Playa de Duaba no solo dio el impulso a la contienda que había iniciado el 24 de febrero anterior, sino que llevó al pueblo cubano la confianza de que ahora no habría más pactos vergonzosos con España.

La figura del Titán de Bronce, que nunca claudicó, sobresalió en Baraguá tan alto que rescató el honor mancillado de los patriotas, a los que factores como la desunión, el regionalismo y el racismo, entre otros, llevaron a la derrota inmoral del Zanjón.

Ya lo había señalado Martí Baraguá es el documento más hermoso de la historia de Cuba; y su principal adalid era el hombre indicado para levantar a los indecisos y llevar el ánimo a los que ya estaban con las armas en la mano.

Cuando unimos la gesta del desembarco a la derrota española en el Alto del Pino, antes conocido como del Naranjo, con la huida precipitada del Teniente Fernández con su convoy de muertos y heridos,  y casi al unísono, del alzamiento de Félix Ruenes con 30 patriotas en el barrio de la Playa, entonces la acción fue más rotunda.

Para nosotros, los hijos de esta tierra, este aniversario es más especial, pues como en ninguna ocasión, se ha cumplido un amplio programa de reanimación que incluyó calles, centros laborales, Escuelas y viviendas, que ha elevado el espíritu de todos.

 Por eso esta madrugada, cuando resuene el clarín mambí, los baracoenses todos, como en un haz, diremos presente en la calle que lleva el nombre de esta fecha gloriosa, para rendir el merecido tributo a Maceo, Flor, Ruenes, a Mariana Grajales y su tribu heroica y a todos los que con su vida allanaron el camino de la victoria y la Independencia de la Patria.

Escrito por: Rubén Fiffe Ortiz